¿Qué es un manipulador emocional?
El manipulador emocional es un depredador "discreto", -a veces no tanto-, un estratega del alma ajena. Su "oficio", fino y calculador, consiste en meter la mano hasta el fondo de tu cabeza, saquear tus certezas y despojarte de lo que ni siquiera sabías que poseías. No es un vulgar ladrón de billeteras, sino un maestro en el arte de domesticar voluntades. Para él, el fin siempre justifica los medios, el precio es tu sufrimiento, su ganancia es tranquilidad, un poco de autoestima y es capaz de anularte, quitarte voluntad y libertad. Este ladrón chupador de energía no es más que un individuo miserable que no se justiprecia, se desprecia a sí mismo; y, como no tiene lo que admira ni es capaz de tenerlo, te anula, para que no lo tengas tu tampoco. Es una forma de acoso, su objetivo es el "derribo".
El chantaje emocional o manipulación psicológica, es el arma que empuña para que hagas lo que a él le conviene. Esto no tiene nada que ver con la influencia sana que puede haber entre amigos o amantes. Aquí no hay toma y daca, o sea, dar y recibir, sino retorcer y someter. El manipulador no negocia; impone, disfraza, sugiere y tu mismo terminas haciendo lo que quiere sin darte apenas cuenta. Cuando te das cuenta, ya tienes el grillete puesto y estás atado de manos.
¿Qué ocurre cuando alguien te manipula?
Manipular no es un accidente ni una torpeza. Es un plan ejecutado con precisión quirúrgica. Según el experto George K. Simon, los manipuladores trabajan bajo tres principios básicos:
- Ocultar sus intenciones agresivas. No verás venir el golpe hasta que lo sientas.
- Explotar tus vulnerabilidades. Saben dónde te duele y allí es donde apuntan.Conocen tus debilidades y se aprovechan.
- Carecer de escrúpulos. Si para conseguir lo que quieren deben pisarte, lo harán sin pestañear. Son de esos que piensan que el fin, su fin, su objetivo, merece cualquier medio que pueda emplear para conseguirlo. Es el colmo de la depravación.
Es un juego sucio y solapado, como una partida de ajedrez donde tú solo tienes peones y el otro controla todas las piezas fuertes.
¿Cómo reconoces a un manipulador emocional?
Podríamos hacer todo un catálogo de pistas para detectarlos antes de que acampen en tu vida, algunas serían estas:
Manipulan los hechos
Retuercen la verdad como si fuera plastilina. Mienten, culpan a otros, exigen pruebas imposibles o simplemente callan lo que no les conviene.Son maestros del hacer lo blanco negro.Elevan la voz y desatan emociones negativas
Cuando ven que la razón no les sirve, suben el volumen. Un manipulador gritando es un espectáculo calculado: intimidarte para que cedas. Es acoso psicológico, un a agresión a tu sensibilidad. Se resguardan en los gritos porque frente a ellos no puedes hacer nada y, además, no dejan señales.No soportan un “no” por respuesta
Dale una negativa y lo verás tambalearse entre la furia y la victimización. Tiene que ser lo que ellos dígan si o sí. Insistirán hasta que cedas, porque el “no” es una lengua que no hablan.Son egoístas hasta la médula
Para ellos, el mundo es un escenario donde solo su papel importa. Jamás te preguntarán cómo estás, a menos que esa información les sirva para algo.Son incapaces de amar, hay personas que solo se quieren a sí mismos, ni siquiera eso, porque si se quisieran un poco, velarían por el correcto actuar y no es el caso.Presumen sus puntos fuertes
Hablan de sí mismos como si fueran el centro del universo. No conocen la palabra modestia ni la necesitan.Pueden estar vendiendo que son limpios y ordenados, pero en realidad tienen por bandera el desorden y la anarquía. Ven la brizna en el ojo ajeno pero no ven un camello en el suyo.Huyen de la responsabilidad
Ellos no tienen nunca la culpa y todo en ellos está escrito en esa clave, en clave de culpa. Culpar a otros es su deporte favorito. Si algo sale mal, la culpa siempre será tuya, del vecino o del clima, nunca de ellos. Y, aun peor, cuando se sienten mal, quieren que tú te sientas no igual sino peor de lo que se sienten ellos, entonces, cuando te vean apesadumbrado o llorar, ellos se crecerán, olvidarán sus pesares y subliman su mal café haciendo como que quieren ayudarte, para hundirte aun más.Usan el miedo y la culpa como armas
Son expertos en sembrar miedo y recolectar obediencia. Quieren ser no respetados sino alabados, si no ven que te sometes, entienden que no les están respetando, entonces viene la frase: "O me respetas o me temes". Y así es. Se hacen temer. Con ellos siempre te sientes en deuda, como si jamás pudieras darles suficiente. Y cualquier cosa que hagan sonará a bombo y platillo vanagloriándose, como si tú no hubieras hecho nunca nada en la vida y se lo debieras todo.Son inseguros, aunque no lo parezca
Bajo esa fachada dominante y altiva hay un mar de inseguridades. Esas debilidades no son un puente hacia la empatía, sino otro instrumento de control.Te presionan para decidir rápido
“Decide ya o la oferta se acaba.” Esa táctica de vendedor barato es su modus operandi.Es una forma de decirte que te toca eso, lo que sea, y no hay más, no hay otra opción, es lo que ellos digan, solo y siempre.Practican el silencio como castigo
Cuando no tienen otro recurso, desaparecen. No responden mensajes, llamadas ni miradas. Es una forma de mostrarte quién manda. Se dan importancia mientras te hacen luz de gas, te evitan, te niegan la palabra, es la forma que tienen de obligarte a hacer lo que quieren.Se hacen las víctimas
Cuando todo falla, apelan al teatro. Enfermedades inventadas, dramas familiares o lágrimas fáciles son su última carta. Te dan las Navidades, el día de tu Santo o el de tu cumpleaños, cualquier cosa que te haga feliz ellos intentarán boicotearla, simplemente porque quieren ser el niño en el bautizo, la novia en la boda y el muerto en el entierro.
¿Cómo enfrentarte a un manipulador?Podrían funcionar algunas estrategias, pero no te confíes.
Rompe el ciclo
Haz que entiendan que contigo la manipulación no funciona. Responde solo a peticiones directas y desprecia cualquier juego psicológico.Exprésate con firmeza
El manipulador no se cansa. Pues tú tampoco. Repite tu negativa tantas veces como haga falta. Sé el muro contra el que choca su insistencia.Busca testigos
Si puedes, evita quedarte a solas con ellos. Su teatro se desmorona cuando hay público.Pero suelen buscarse un aliado que vea por sus ojos, al que traicionarán si acaso le interesa otra cosa y establecer alianzas contigo mismo para fastidiar o conseguir lo que ambiciona del otro.Confronta, pero con calma
No entres al trapo de su agresividad. Habla con claridad y sin alzar la voz. La serenidad es un arma que ellos no saben manejar.Haz un balance y decide
¿Realmente vale la pena mantener a esa persona en tu vida? Si el costo de su presencia es tu paz mental, tal vez sea hora de cerrar la puerta.
Lo que nunca deberías hacer
No hagas nada
Cada vez que cedes, refuerzas su comportamiento. Si te dejas manipular una vez, no dudes que volverán.No muestres dependencia
Los manipuladores huelen la fragilidad. Si sospechan que necesitas su aprobación, te explotarán sin piedad.No temas caer mal
Tu bienestar está por encima de agradar a nadie. La auténtica libertad empieza donde termina el miedo al rechazo.
En definitiva, las personas manipuladoras son hábiles tejedoras de trampas emocionales. Aprende a detectarlas, enfréntalas sin miedo y, si es necesario, márcales el camino de salida. La vida es demasiado corta para malgastarla siendo el peón en el tablero de otro.