A veces un pulso no es una competición, sino una compartición. Aquí lo vemos. Pero lamentablemente es en la extrema necesidad donde salen a la luz reacciones que deberían ser de uso común. Veamos la extraordinaria lección que nos da este hombre. Un pulso entre mendigos Un youtuber propuso a dos mendigos que hicieran un pulso. El vencedor se llevaría 100 dólares.