Es otro tipo de los innumerables que existen de acoso; y comprende todo el comportamiento sexual, tanto verbal como físico, no deseado por la víctima o persona acosada, y llevado a cabo en distintos momentos y espacios de la vida cotidiana, aprovechando situaciones de superioridad o de compañerismo.
Repercute en las condiciones del entorno, creando un clima hostil, intimidatorio y humillante.
Se considera el acoso sexual como una expresión más de las relaciones de poder que pueden ejercer o ejercen los hombres sobre las mujeres.