El test del árbol es un test proyectivo de la personalidad profunda que explora la personalidad. Es una técnica muy utilizada tanto en la práctica clínica como en la práctica laboral desarrollamos algunos conceptos.
Los contenidos que se analizan en el test son los el tronco, la copa, las ramas, el suelo y otros elementos accesorios.
El tronco descubre los aspectos más conscientes del psiquismo, permite evaluar la estabilidad emocional, cómo se siente actualmente la persona, la fortaleza de su yo, el aquí y ahora de su personalidad. El tronco es el que sostiene al árbol.
La copa representa la vida mental, fantasías, la riqueza o carencia de imaginación; y como la persona concibe a la realidad.
Las Ramas hablan de la capacidad para establecer vínculos y la modalidad de las relaciones con los otros, hablan de la capacidad de la persona para obtener del ambiente lo que necesita.
El suelo representa la realidad, es el piso en donde uno se instala.
Todos estos elementos deben estar presentes en el dibujo de un árbol, las raíces no deberían estar presente; representan el plano instintivo sexual y aspectos primitivos, primarios de la sexualidad. Cuando se dibujan las raíces significa que algo de los impulsos primarios no se controla adecuadamente.
Se asocian a una necesidad de arraigo y de mayor estabilidad que el sujeto siente y que no tiene. Las raíces sobresalen en los árboles más viejos, es decir con una historia vital más fuerte, más intensa.
Hasta aquí los elementos a mirar en un dibujo, digamos a tomar en cuenta.
Es positivo que aparezcan en el dibujo el tronco, la copa, las ramas, el suelo.
Las líneas curvas significan la flexibilidad y la adaptación al ambiente. Mientras que un tronco recto significa inflexibilidad, autocontrol, rigidez. Al análisis se suman factores como el tamaño, la posición del dibujo en la hoja y la calidad del trazo.
El pionero de estos estudios fue Koch, neurólogo suizo, entre 1920 y 1930; después en 1950 Buck trabaja también el tema.
Cuando no se dibuja el suelo se debe observar, en primer lugar, la calidad de la estructura del árbol y también en qué se basó para llegar a los conceptos detallados anteriormente. ¿Cómo se ve el árbol: fuerte o débil ?.
Suele interpretarse un árbol débil como debilidad de carácter y evasión de la realidad. Por el contrario se entiende una personalidad como fuerte si el árbol que tiene todos sus contenidos y sus trazos son firmes, siendo de un tamaño mediano.
Cuando los trazos se repasan significa inseguridad, necesidad de perfeccionismo e insatisfacción.