La discordia ocupa mucho espacio en el cerebro
Imaginemos que dos personas hablan de forma armoniosa, sus cerebros están en armonía; pero, si estas personas llegaran a discutir porque no estén de acuerdo en sus argumentos, aparece la discordia, la rivalidad, entra en estos momentos discordia también en varias áreas del cerebro, funciones cognitivas superiores se ponen en marcha, en alerta, se movilizan para combatir los argumentos de la otra persona que se ha convertido en un rival. El individuo se pone en guardia y quiere vencer en la discusión, ganar a su contrincante, hay tensión entre e llos.
Pero cuando entre las dos personas existe acuerdo los cerebros de ambas personas muestran actividad armoniosa, se concentra la dinámica en las áreas sensoriales.
Se necesita usar mucho más espacio cerebral cuando se discrepa que cuado se está de acuerdo.
En una discusión sobre temas políticos, sociales, económicos, deportivos, cada persona realiza grandes esfuerzos para que su punto de vista truinfe. Estamos ante una revolución neuronal según la Revista Frontiers in Human Neuroscience). En la discordia se activan las múltiples regiones del cerebro que se
involucran en las funciones cognitivas superiores y se van movilizando
conforme la discusión se hace más intensa y compleja.
El estudio presentado en la revista Frontiers in Human Neuroscience explica como trabajaron los científicos con 38 voluntarios adultos que fueron consultados sobre sus opiniones en distintos temas que
suelen generar polémicas (matrimonio homosexual, legalización de la marihuana...). Una vez que fueron conocidas las respuestas, los participantes fueron agrupados por los investigadores en parejas para poder estudiar su actividad cerebral por medio de espectroscopia funcional de infrarrojo cercano. Los investigadores monitorizaron y registraron la actividad cerebral de los participantes mientras los estos discutían cara a cara. Las imágenes mostraban actividad armoniosa cuando estaban de acuerdo, concentrada en el sistema visual y otras regiones cercanas.
Por contra, cuando se daban desacuerdos estas áreas cerebrales estaban menos activas; y, se activaban rápidamente otras regiones cerebrales como los lóbulos frontales, que son los encargados de las funciones ejecutivas de orden superior.
Según los investigadores en los períodos de discordia los dos cerebros utilizan muchos recursos emocionales y cognitivos para lograr que una postura se imponga sobre la otra.
En los momentos de acuerdo se veía menor compromiso cognitivo y una mayor interacción social.
Los científicos estadounidenses argumentaron que comprender estas reacciones y su impacto cerebral es de gran importancia en escenarios de polarización y enfrentamiento entorno a ideas políticas, sociales o religiosas.
Interpersonal Agreement and Disagreement During Face-to-Face Dialogue: An fNIRS Investigation. Joy Hirsch, Mark Tiede, Xian Zhang, J. Adam Noah, Alexandre Salama-Manteau and Maurice Biriotti. "Frontiers in Human Neuroscience" (2021). DOI:https://doi.org/10.3389/fnhum.2020.606397