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Escuchar no es oir

La Escucha Activa: El Don Que Da – Feel the Brain

Aprender a cómo escuchar, es un aspecto de la comunicación a la que no se le presta mucha atención. A la mayoría de nosotros no nos lo enseñan en la escuela, ni tampoco en casa. Todos, padres, madres, maestros, amigos nos dicen que hay que escuchar, pero nadie nos enseña cómo hacerlo. Así es que, la mayoría de nosotros aprendemos a escuchar por nuestra cuenta.

Convertirse en un gran oyente es un proceso que lleva tiempo, paciencia y práctica. Aprender a ser un buen oyente tiene múltiples recompensas, comprobables a medida que se van manejando las diferentes técnicas de escucha.

Lla escucha eficaz es el pilar de la satisfacción y el éxito en las relaciones interpersonales, algo que es así tanto en el ámbito laboral como en la vida familiar o privada. 

Hay personas que dividen su vida como en compartimentos estancos, como si fueran un mueble con muchos cajones. Existe una tendencia a segmentarnos como personas según donde nos encontremos. 

La persona sigue siendo la misma pero cambia de rol.

La diferencia entre oír y escuchares qeu oñir es percibir los sonidos, es oír como el que oye llover, pero escuchar es prestar atención al contenido del mensaje.

Escuchar es fundamental en la mayoría de los trabajos, que implican comunicación y relación con otros. Algunos trabajos incluso dependen de las buenas relaciones que se establezcan y del entendimiento para poder llegar al éxito deseado, son fundamentalmente los trabajos en los que se trabaja en grupo constantemente.

La toma eficaz de decisiones requiere la habilidad de 

  • recoger y 
  • analizar la información que escuchamos, 
al igual que requiere de la habilidad de 
  • observar y 
  • analizar la información que vemos. 
Las relaciones diarias dependen de la habilidad de escuchar eficazmente en el trabajo, con nuestro jefe, compañeros y resto de personal.

Para muchas personas escuchar de manera eficaz es una tarea difícil. 

A veces confundimos el acto de oír con escuchar. Pero escuchar supone comprometerse en concentrarse en lo que se está diciendo y en lo que siente la otra persona, hasta llegar a obtener una idea precisa de su forma de comprender el mundo. 

La escucha requiere flexibilidad. 

Oír es un proceso físico que puede ser un acto involuntario, cuando oímos, nos limitamos a ver, no observar lo que suena o lo que la otra persona transmite sin detenernos a ver qué es lo que piensa.

Cuando escuchamos estamos comprendiendo, estamos pensando y sintiendo con la persona. 

Oír es pasivo, ni siquiera es una tarea, es algo espontáneo; escuchar es una tarea, un proceso o procedimiento activo.

La comunicación es un camino bidireccional, es expresar y escuchar. 

La escucha es tan importante como la emisión del mensaje, la comunicación es interacción , si alguien no escucha, la comunicación fracasa. 

 

 

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