La experiencia de sentirse sin energía es pesada y no es ajena a un gran númerro de personas. Puede que en ocasiones sean simplemente secuelas de una actividad física o mental extrema, de un sobreesfuerzo pero también pueden ser obra de ciertos ladrones de energía.
Se trataría de situaciones y personas que pueden absorben la carga energética del individuo, que queda sin fuerzas o muy debilitado, con creciente sensación de desánimo y extenuado.
En primer lugar están las Personas tóxicas, que son los ladrones de energía por excelencia. Nos referimos a los sujetos que solo se acercan a ti para compartirte emociones y pensamientos negativos como pueden ser sus miedos, sus rencores, algunas calumnias, su envidia, tragedias sufridas por ellos o por otros; y sus prejuicios.Hay que apoyar y tener com-pasión con los demás, pero hemos de estar atentos para que no se de traspaso de energía negativo. Hay que saber ver lo que es algo temporal y lo que es un patrón de conducta que se dilaten en el tiempo sin corregirse.
Generalmente nos sentiremos agotados y sin fuerzas, cuando tratemos con personas tóxicas.
Con estas personas hay que marcar cierta distancia y acercarnos más a quienes aporten ideas positivas y motivadoras, estas personas nos contagiaran su energía positiva.
Puede solventarse el problema si atendemos a las personas pero no caemos en dejarnos atrapar por su campo de energía negativos, escuchar sin participar en su espiral de negatividad.
El desorden es un factor que absorbe mucha energía, hay que huir de lugares o de tener nuestro espacio habitacional desordenado o con objetos acumulados que no se utilizan. Hay que organizar nuestro espacio y regalar lo que no usamos, si puede serle útil a otra persona y á en buenas condiciones.
El Rencor es uno de los más terribles ladrones de energía, el rencor drena el alma y absorbe tu energía, además de hacerte desperdiciar tiempo y esfuerzo en pensamientos inútiles, y generalmente cargados de gran negatividad.
El perdón es una decisión liberadora, el camino a seguir, pero no significa esto que abramos nuestras puerta a quienes nos hicieron daño y que sabemos que tienen idea de continuar haciéndolo, sino que hay que romper el ciclo nefasto y negativo, el poder que pudieran tener sobre nosotros, reconociendo el aprendizaje que nos brindó aquella experiencia, perdonar por nuestro propio bienestar.
Las cosas ineludibles debemos afrontarlas con el mejor estado de ánimo, tienetener habilidad para superar y aprender lo que nos viene nuevo.