Su contrario, el negro, nos habla de elegancia y de poder, de muerte y de sobriedad, de intemporalidad. Es el color del luto, el llanto que se despide de alguien a quien queremos, pero como dicen que los opuestos se atraen y/o identifican, en este caso no será menos, puesto que el blanco, en algunos países, también es color que representa luto.
El color rojo infunde dinamismo, al verlo se intuye agresividad, fuerza, liderazgo y energía, muchas personas para triunfar se visten de rojo.
Por su parte el color azul, que se tiene como contrario al rojo, habla de confianza y tranquilidad, de seguridad, fiabilidad y efectividad, quienes lo usan con más frecuencia que otros colores suelen ser personas racionales a las que les gustan los resultados positivos.
el color verde es el color de la naturaleza, de la esperanza, de la ecología y sostenibilidad, frescura y también es el color del crecimiento, simboliza el avance, no en vano los semáforos lo utilizan para ceder el paso.
El color marrón nos habla de la tierra y de la Tierra, del suelo y del planeta, de la naturaleza otoñal, de lo rústico, de lo artesanal, de lo casero, del invierno.
Sin embargo el morado nos habla de sufrimiento, de pasión.
El amarillo infunde optimismo y a la vez nos llama la atención, por eso las señales de advertencia tienen fondo amarillo. También es el color de la alegría, del movimiento y de la competitividad.
El color rosa es tradicionalmente el representante del mundo femenino, mujeres o niñas, representa la delicadeza y el romanticismo.