El perspecticidio, en esencia, nos priva de nuestra perspectiva. Nos inculca la creencia de que no merecemos tener nuestras propias opiniones, llevándonos a adoptar las ideas y objetivos de quien nos manipula. Este fenómeno puede borrar nuestra identidad y sentido del "yo", moldeándonos según los deseos del manipulador.
Este tipo de abuso es un proceso unidireccional en el que un individuo quiere ejercer y ejerce control total sobre otro.
Con el tiempo, la víctima adopta los pensamientos y comportamientos impuestos por el manipulador, quien define su mundo y limita su capacidad de acción.
No es una influencia recíproca; es un dominio absoluto de una parte sobre otra, de un sujeto sobre otro, la víctima.
El manipulador, poco a poco, aísla a su víctima del apoyo externo. No quiere que tenga amistades, no quiere que salga, no quiere que tenga iniciativa, ideas, ilusiones. El abusador o acosadora busca someter a su víctima. Si sobresale procurará humillar; si tiene una idea, procurará borrarla de su mente... Es una forma de anular a la persona, quizás porque realmente el abusador o abusadora, piensa que la víctima es infinitamente mejor que ella y no puede igualarla, cuando lo que le gustaría, sería superarla, al no poder, pretende por todos los medios ocultarla, hacer que no exista.
Este aislamiento progresivo impide que la víctima reciba advertencias o ayuda de sus seres queridos.
Al imponer su visión del mundo, el manipulador asegura que sus ideas se conviertan en las únicas válidas, relegando cualquier pensamiento independiente de la víctima.
El perspecticidio puede ocurrir en relaciones de pareja, familiares, amistades y sectas. Las tácticas empleadas incluyen:
- Control obsesivo sobre la víctima.
- Establecimiento de normas
- Establecimiento de términos de la relación o en otras relaciones.
- Dictar cómo y con quién debe invertir su tiempo la víctima.
- Transformar el autoconcepto y comportamiento de la víctima.
Si sospechas que podrías estar sufriendo perspecticidio, presta atención a estas señales:
- Inseguridad creciente en tus decisiones.
- Pérdida de puntos de referencia.
- Falta de reconocimiento de ti mismo.
- Sensación de incapacidad para lograr cosas por tu cuenta.
- Aplicación de etiquetas negativas a ti mismo.
- Dudas sobre tus opiniones y capacidades.
Estos síntomas deben surgir como resultado directo de la manipulación de otra persona.
No es una sensación de inseguridad sin causa, sino un estado inducido por el control y dominio del manipulador.
El perspecticidio es una técnica de manipulación, insidiosa, que puede destruir lentamente la autonomía y la identidad de una persona.
Reconocer y abordar esta forma de abuso es esencial para
- preservar la integridad personal
- y la salud mental.
Recuperar la perspectiva propia es el primer paso hacia la liberación de este tipo de control psicológico.